miércoles, 20 de abril de 2011

Amigos invisibles




Muchas preguntas, pocas respuestas.
Sonrisas.
Nunca miles de amigos fueron tan invisibles.


En la era de facebook la soledad es la reina.


No da la espalda,
no pone condiciones,
no hay decepcion
ni promesas incumplidas,
no insulta ni veja.


Conocer, aprender, crear, enseñar.
Descubrir poco a poco. Conservar el mito.
Voz y silencio.


Manos heladas,
no dejar de sentir.


Contactar...usar el tacto.


Y reir...nunca olvides reír

Fotografía: Christophe Gilbert

martes, 19 de abril de 2011

Recuerdos en la lozanía




Anoche soñé contigo, con tus labios recorriendo mi costado, con tus ojos sonriendo a carcajadas.
De nuevo contigo.
¡Cuanto te extraño!
He estado tentado de llamarte, pero el miedo a oír tu voz de nuevo se ha comido mis instintos.
Te soñé como sabes que te sueño.
Pequeñita al mirarme.
Gigantesca al quererme.
He recordado sin ti aquella melodía, la que escuchabas por las calles medievales de tu Mérida.
Nunca olvido tus silencios.
¿El paseo en los jardines?, lo que más.
Una foto en una playa, ¿recuerdas? Clavadita a la Garbo.
Anoche soñé contigo, con tus dedos paseando por mi torso.
Con la punta de tus pies retozando en mi regazo.
Tu melena alborotada, prueba inequívoca de una noche que nunca debió de terminar.
Dos suspiros, dos abrazos, cuatro gotas en mi rostro y un millón en ti que hacían cascada.
Anoche soñé contigo,
Al despertar he sentido la soledad del que pierde porque no guarda.
Llega el tren. Me dices que nunca me olvidarás y te creo.
Nunca superé tu marcha.
Dos fotos de tus niños me recuerdan que nunca te tuve, que perdí tu parada.
¿Cuántos miedos truncaron nuestra esperanza de estar juntos?
¡Cuánto te extraño!
Anoche soñé contigo,
Tu aliento rozaba mi mirada,
 la cálida brisa de tus labios,
 que eran vida lo que daban,
 la añoro más que tus silencios
 en aquel banco de Granada,
 cogidos de la mano,
 hirviendo nuestras almas,
abrazados en un beso
 en San Nicolás, por encima de la Alhambra.
Anoche soñé contigo
Pero hoy no tengo nada.
Te sueño
Te escribo
Te vivo.



viernes, 15 de abril de 2011

Solo es Sueño



Otra vez la noche.

Vuelve el tedioso rumor de mi cerebro al agitarse.

Pide sueño y yo le regalo tres horas más de escritura,
dolor y recuerdos.

Mañana será él quien castigue mi insolencia.

Volverá el sudor del miedo y la impotencia,
la derrota del cuerpo cediendo ante Morfeo,
proyecto suyo por cubrir mi lucha
con su cortina aguada de cuerpos con luz propia.

Rozará mi pelo con su aliento y caeré placido en su muerte,
moriré plácido en su tiempo.
¿Ya duermo?...


imagen procedente de cronicasdelmundo,com

domingo, 10 de abril de 2011

Labios de Carne


Admirando tu voz callada 
he posado sobre tu pecho mis suspiros.
Cálido aliento sobre mi nuca desnuda.
Gélido encanto  mi lenta huida.

Anoche sentí tus labios de carne sobre la carne de los mios.
Hoy amanece soleado y todo me huele a tí.
Aguardaré la dicha del reencuentro.

martes, 5 de abril de 2011

Besos Viejos




Besos viejos, manos ajadas..

Cubre mi angustia con la firmeza de tus pechos.


Haz que al mirarte me sienta drogado y confuso.


Mienteme  para sentir que por fin te tuve.


Mata por fin el amargo gusto de estos besos viejos.


Alfonso Carrión

sábado, 2 de abril de 2011

Caminito Nuevo



Montado en el tren del olvido comienzo a recordar.
Bajo la mirada con la esperanza de que nunca suenen mas sus cantos de sirena.
Llegarán nuevos momentos, nuevas aventuras que me dejen claridad, confianza y decisión.
Emprenderé un nuevo camino sin pararme a meditar en antiguos cantares que me excitan sin medida.
Cambiaré la tristeza y soledad de antaño por la esperanza y el fragor de lo que ha de venir.
Borraré tus escritos de tinta invisible en mi pecho antes de que esta se vuelva negra y gélida comenzando a helar mi sangre.
Lloraré de alegría por el peso que desalojo, por el alivio de una carga que solté en el camino, porque no ha de doler nunca más tu presencia o la falta de ella, porque nunca más dudaré de querer vivir.
Vestiré sencillo, me tumbaré de bruces al sol, pisaré las rosas descalzo sintiendo el descarnado beso de sus pétalos en mis pies.
Subiré la mas alta de las montañas esperando la visita de quien quiera conocerme.
Llegaré tarde a casa, empapado en mi sudor, y cubierto por la lluvia si arreciase sobre mi.
Regalaré mi suerte a quien la quiera, nunca mas he de precisarla.
Mis sueños me visitarán de nuevo, limpios, claros, como en un principio.
Nunca volveré a oír tu nombre, ni en canciones ni en novelas.
Ya no necesitaré recostar mi cabeza en tu cintura, nunca volverán contigo los buenos tiempos.
Cantaré a la vida mis proezas, alabanzas de un tiempo venidero, al abrigo de verdades sin rencores, de lujurias y pasiones, de danzas y de gritos de alegría.
Cursaré sin miedo la solicitud de membresía a un camino sin barreras, sin reproches, sin los daños del querer.

Comienzo a vivir mi renacimiento.

viernes, 1 de abril de 2011

Panal De Miel Tu Sonrisa

 
Panal de miel tu sonrisa.
Hermosa mentira que no me permite morir.
Refugio de paz, tormenta que destruye mi corazón.
Eco noctámbulo de suspiros recién paridos.
Rayo de luz, fotografía del alma.
Flor recién cortada, temblor de mi memoria.
Luz que dibuja el claroscuro de mi presencia.
Sombra que aborda y oscurece los sentidos,
Canto al macabro recuerdo de la injuria.
Verso podrido de orgullo y vanidad.
Panal de miel tu sonrisa.

Doscientos Veintitrés Minutos



Mi amor tardó doscientos veintitrés minutos en morir.
Ocurrió a la orilla de una playa, en una cala donde nos reunimos un par de veces.
La cala más bonita que pudieron apreciar mis ojos en el breve espacio que permanecieron abiertos.
Estaba rodeada de árboles ventosos, donde una vez me dijiste “ ya lo entenderás”, mientras tendías tu mano a la mía y apretabas férreamente.

En esta ocasión, estaba más concurrida de lo normal.
Nunca me sentí tan solo rodeado de tanta gente.

Vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres, vi una plateada telaraña, vi todos los espejos del mundo y ninguno me reflejó junto a ti.
No vi tu violenta cabellera al viento, tu altivo cuerpo, el chocar de las olas con tu desnudez.
Un círculo de tierra seca donde antes hubo un árbol, se mostró ante mí. Alguien sesgó la vida que habíamos creado.
Vi un poniente que parecía reflejar el color de una rosa en perpetuo proceso de floración.
Vi la delicada osamenta de tu mano ,las sombras oblicuas de tus miradas, vi la circulación de mi propia sangre, recorriendo a borbotones los canales que esta vez salían de mi corazón.
Vi mi cara y la tuya, el amor y la muerte.
Me hizo temblar y lo entendí.
Sentí vértigo, lloré y me dejé morir.
Solo quien conoce el amor tiene el arma de tu destrucción.
Doscientos veintitrés minutos después muero para seguir vivo.