viernes, 18 de abril de 2014

LA MEMORIA DEL COBARDE






LA MEMORIA DEL COBARDE
 





Una noche como esta quise tenerla en mis brazos.

Quise perderme en el tiempo.

Renunciar a su memoria, compartir el poder del silencio, o su voz, cálida y serena.


Quise mirarla sin prisa, recorrer cada detalle.

Grabarla para siempre en mi retina, hacerla eterna en mí.
Quise sentir de nuevo el leve temblor de sus ojos cuando me mira.


No hay respuestas seguras en sus miradas, por eso me enojo al confesarme.


Quise probar sus labios, quise besar su alma,
 quise sentir el frio para no querer besarla.

Quise mesar su pelo, vivir su vida, pero no pude nada.


Lloré de angustia por perderme y no tocarla. 
Maldita sea la memoria del cobarde que tras años de no dudar,

en la cumbre de su vida, deja escapar lo que ansía, caminando descalzo por el borde  de sus imperfecciones, inventando pretextos, esquivando el dolor, envolviendo su respiro...


No me dejaté alcanzar por aquel que se hace mi sombra, 
mi batalla, mi deseo más descarnado...

...Mi destino



Alfonso Carrión.