sábado, 2 de abril de 2011

Caminito Nuevo



Montado en el tren del olvido comienzo a recordar.
Bajo la mirada con la esperanza de que nunca suenen mas sus cantos de sirena.
Llegarán nuevos momentos, nuevas aventuras que me dejen claridad, confianza y decisión.
Emprenderé un nuevo camino sin pararme a meditar en antiguos cantares que me excitan sin medida.
Cambiaré la tristeza y soledad de antaño por la esperanza y el fragor de lo que ha de venir.
Borraré tus escritos de tinta invisible en mi pecho antes de que esta se vuelva negra y gélida comenzando a helar mi sangre.
Lloraré de alegría por el peso que desalojo, por el alivio de una carga que solté en el camino, porque no ha de doler nunca más tu presencia o la falta de ella, porque nunca más dudaré de querer vivir.
Vestiré sencillo, me tumbaré de bruces al sol, pisaré las rosas descalzo sintiendo el descarnado beso de sus pétalos en mis pies.
Subiré la mas alta de las montañas esperando la visita de quien quiera conocerme.
Llegaré tarde a casa, empapado en mi sudor, y cubierto por la lluvia si arreciase sobre mi.
Regalaré mi suerte a quien la quiera, nunca mas he de precisarla.
Mis sueños me visitarán de nuevo, limpios, claros, como en un principio.
Nunca volveré a oír tu nombre, ni en canciones ni en novelas.
Ya no necesitaré recostar mi cabeza en tu cintura, nunca volverán contigo los buenos tiempos.
Cantaré a la vida mis proezas, alabanzas de un tiempo venidero, al abrigo de verdades sin rencores, de lujurias y pasiones, de danzas y de gritos de alegría.
Cursaré sin miedo la solicitud de membresía a un camino sin barreras, sin reproches, sin los daños del querer.

Comienzo a vivir mi renacimiento.

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