viernes, 27 de julio de 2012

Emprendiendo, si, la marcha


Emprendiendo, si, la marcha


No paro de escuchar a los que ya lo tienen todo resuelto, que este país lo debemos levantar nosotros, que no somos emprendedores, que no arriesgamos nada y nos gusta tenerlo todo resuelto por los demás.
Y digo yo, ¿Cómo voy a emprender nada?
Ni yo ni miles de españoles tenemos recursos para hacerlo, pero no se trata solo del dinero, se trata de que se han cargado el consumo en España.
Ayer por la mañana acudía a una recogida de firmas contra la maldita situación en la que estamos sumidos y aproveche para caminar por el centro.
Desolador.

Las doce del mediodía, un jueves en el que lo normal sería atascos en las calles y gente cruzando semáforos en rojo con prisa por llegar a alguna parte.
Estaba todo vacío, asomabas la vista a los comercios y solo veías cabezas por encima de una mesa, codos apoyados en los mostradores o al empleado de turno fumando un cigarrillo en la puerta del local.
Las calles parecían sacadas de una película de cine americano, cuatro personas caminando a ritmo pausado, tres de ellas jubilados de paseo. Los automóviles aparcados, apenas atisbas el autobús urbano menos lleno que nunca. Taxis en su parada con los conductores apoyados hablando de lo jodido que se ha vuelto todo.
Alguien con corbata acompañado de alguien con traje de chaqueta y tacones que se dirigen al juzgado, seguramente para gestionar algún desahucio o algo sobre las preferentes o vete tu a saber que.
Se me vino el alma al suelo.
Si yo dispusiese de dinero tampoco lo invertiría en este país, entiendo a quien no lo hace, no puedes invertir en algo que de antemano sabes que no va a funcionar, no porque no sea necesario, sino porque no se puede adquirir.
Emprender, si, emprender donde te permitan tener la esperanza de que lo que haces sirve para algo, donar tus ideas a quien ciertamente sepa valorarlas, dar las horas de tu existencia a quien valora tu persona.
Aquí nos han dejado sin nada y lo peor es que esto no va a mejorar en mucho tiempo.
Ya no estamos en recesión, esto cae en picado y volvemos a vivir una etapa que nuestros abuelos nunca pensaron que regresaría. Vuelve la emigración masiva, volvemos a donar a la gente en la que invertimos muchísimo tiempo y dinero a países que aprovecharán esos conocimientos de forma gratuita.
Así funciona España, así dejamos que funcione.

miércoles, 18 de julio de 2012

Revolución desde el Sofá







Mañana nos jugamos mucho, y pasado, y en Septiembre, y a este paso durante los próximos cinco o seis años. 

Hoy no hay más temas de conversación que los recortes, los funcionarios, los mineros, etc.
 Por donde pasamos escuchamos siempre el mismo tema de conversación, todos nos indignamos con lo que está sucediendo en este país, pero lamentablemente muy pocos salimos a las calles para decirlo. 

La revolución desde el sofá o desde la terraza de un bar. Y con esto no digo que seamos pocos los que nos movemos y protestamos, lo que digo es que no es representativo el número que sale a la calle con el número que aun pensando como nosotros no sale.

¿Por qué? Ciertamente me cuesta entenderlo. Unas veces pienso que esta generación que nos ha tocado vivir no está preparada para la lucha, otras veces, que el durante mucho tiempo nos han estado programando para obedecer y esperar que las cosas las arreglen otros, otras más pienso que subestimamos nuestra capacidad, nos han hecho pensar que estamos por debajo de ellos, que somos menos inteligentes, que si alguien puede arreglar algo son ellos que tanto saben lo que hacen.

Pues sabed que son humanos, que unas veces se equivocan como nosotros y otras, también como nosotros les mueve la codicia y la sensación de estar por encima de los demás, a veces con el único propósito del reconocimiento, otras con aires megalómanos que recuerdan otros tiempos u otros lugares de hoy en día.

Tomad como ejemplo Islandia. No son ni mas listos ni más tontos que nosotros, simplemente por su estructura y el número de su población hicieron posible algo que ninguno de nosotros se atrevería a soñar, “decidieron”.

Esto solo es una reflexión propia para que otros puedan apropiársela y compartirla si así lo desean, esto pretende ser un llamamiento a las conciencias dormidas, a los que piensan que con su presencia no se va a solucionar nada.

 Tal vez sea así, tal vez no saquemos nada en claro y tengamos que dejar morir nuestro amor por este país de una vez por todas, tal vez volvamos a emigrar muchos de nosotros y a recordar España desde la lejanía con la morriña de nuestros abuelos, pero al menos que nadie, ni nosotros mismos, pueda achacarnos que no estuvimos ahí en el momento en que se pisaban nuestras vidas.No se trata de morir matando, sino de luchar para vivir.

No hagas la revolución desde tu sofá. Sal a la calle mañana, y al otro, y en septiembre, y siempre que haga falta, No para apoyar a nadie sino para apoyarte a ti mismo, estás luchando por ti, por tus hijos, por su futuro.

No dejes que nos hundan al grito de esto lo solucionamos de una forma u otra, elige tú la forma en que quieres que se soluciona.

Protesta, indígnate, pero no solo ante tu familia o amigos. Hazles saber que lo que hacen te duele.

miércoles, 11 de julio de 2012

HOY ME HA COSTADO LEVANTARME



Hoy, tras varios meses de madrugar, acicalarme y salir a la calle en busca de adecentar mi vida consiguiendo un trabajo, me ha costado levantarme. El anuncio de nuestro presidente electo de los nuevos recortes y las palabras de que no se va a crecer ni generar empleo en unos años me han dejado hundido. Seguía con la esperanza de poder solucionar mi situación. Soy una persona positiva por naturaleza y quien me conoce da fe de ello. Hoy he desistido. Me rindo.
En otro momento de nuestras vidas habríamos protestado por recortes de este tipo, pero seguramente los habríamos aceptado si no implicasen desmembrar nuestra capacidad de superación o aniquilar nuestro entusiasmo. 
Me da igual que suban el IVA si tengo con que pagarlo, me da igual que suban el IRPF porque implicaría que al hacer mi renta tendría ingresos suficientes para que fuese positiva, me da igual que desgrave o no mi vivienda si puedo pagarla y comer, me da igual que haya más o menos políticos o que quiten las Diputaciones o que cierren el senado, me da igual las reformas que hagan en el sistema si puedo vivir dignamente.
 Lo que no me da igual es que se priorice salvar la economía por que no se puede salvar una economía que no va a existir. La economía real es la que mantenemos a flote todos y cada uno de los españoles comprando en comercios, en supermercados, en la frutería de Paco o en el concesionario de Seat. Esta economía ya no está ahí, se la han cargado para poder devolver el dinero que nos prestan a intereses de usura corporaciones que manejan los hilos de nuestros países.
Nos han despojado de nuestro poder de decisión, ya no podemos controlar nuestro destino por mucho que podamos elegir a alguien que supuestamente nos dirija, este acabará siendo dirigido por esas corporaciones.
A veces dan ganas de cometer una locura. En más de una ocasión he pensado intentar venderlo todo y comprar una pequeña casa en el campo para autoabastecerme, pero al fin y al cabo no dejo de ser un urbanita nacido y criado en este enjambre sin más conocimientos para estos menesteres que los que se ven en televisión.
La desesperación llega a tal punto que te consuelas diciendo que todavía hay margen de maniobra, hay gente sobreviviendo sin casa, sin trabajo… A mi me quedan dos meses máximo para verme en ese lugar.
Luego ves Españoles en el mundo y piensas “me largo” pero ¿con que dinero? ¿En que situación?
Te ves acorralado y tu cabeza parece que entra en un ciclo de abstinencia de sueño, ya no eres tu quien piensa, solo son ideas que chocan unas con otras tejiendo una maraña sin sentido y lo que es peor, estarías dispuesto a afrontar esas propuestas propias. Hasta que punto nos desesperamos.
Lo que vengo a decir con todo esto es que las ganas de seguir luchando se agotan, he llegado a mi callejón sin salida y al final tendré que salir de un país donde me siento ninguneado y traicionado, un país en el que un día era un sueño vivir y hoy se ha convertido en una pesadilla.
Mi decisión está más que clara, hay que huir de España, ya no hay nada aquí para los que queremos trabajar por algo digno. Al menos podré buscar mi dignidad y mis ganas de vivir en otro sitio
Me largaré defraudado y sin ánimos de volver en mucho tiempo, eso sí, con la esperanza de que la gente se ponga las pilas y sea capaz de dar la vuelta a esto, nuestros gobernantes no lo van a hacer porque ellos no lo necesitan.