miércoles, 18 de julio de 2012

Revolución desde el Sofá







Mañana nos jugamos mucho, y pasado, y en Septiembre, y a este paso durante los próximos cinco o seis años. 

Hoy no hay más temas de conversación que los recortes, los funcionarios, los mineros, etc.
 Por donde pasamos escuchamos siempre el mismo tema de conversación, todos nos indignamos con lo que está sucediendo en este país, pero lamentablemente muy pocos salimos a las calles para decirlo. 

La revolución desde el sofá o desde la terraza de un bar. Y con esto no digo que seamos pocos los que nos movemos y protestamos, lo que digo es que no es representativo el número que sale a la calle con el número que aun pensando como nosotros no sale.

¿Por qué? Ciertamente me cuesta entenderlo. Unas veces pienso que esta generación que nos ha tocado vivir no está preparada para la lucha, otras veces, que el durante mucho tiempo nos han estado programando para obedecer y esperar que las cosas las arreglen otros, otras más pienso que subestimamos nuestra capacidad, nos han hecho pensar que estamos por debajo de ellos, que somos menos inteligentes, que si alguien puede arreglar algo son ellos que tanto saben lo que hacen.

Pues sabed que son humanos, que unas veces se equivocan como nosotros y otras, también como nosotros les mueve la codicia y la sensación de estar por encima de los demás, a veces con el único propósito del reconocimiento, otras con aires megalómanos que recuerdan otros tiempos u otros lugares de hoy en día.

Tomad como ejemplo Islandia. No son ni mas listos ni más tontos que nosotros, simplemente por su estructura y el número de su población hicieron posible algo que ninguno de nosotros se atrevería a soñar, “decidieron”.

Esto solo es una reflexión propia para que otros puedan apropiársela y compartirla si así lo desean, esto pretende ser un llamamiento a las conciencias dormidas, a los que piensan que con su presencia no se va a solucionar nada.

 Tal vez sea así, tal vez no saquemos nada en claro y tengamos que dejar morir nuestro amor por este país de una vez por todas, tal vez volvamos a emigrar muchos de nosotros y a recordar España desde la lejanía con la morriña de nuestros abuelos, pero al menos que nadie, ni nosotros mismos, pueda achacarnos que no estuvimos ahí en el momento en que se pisaban nuestras vidas.No se trata de morir matando, sino de luchar para vivir.

No hagas la revolución desde tu sofá. Sal a la calle mañana, y al otro, y en septiembre, y siempre que haga falta, No para apoyar a nadie sino para apoyarte a ti mismo, estás luchando por ti, por tus hijos, por su futuro.

No dejes que nos hundan al grito de esto lo solucionamos de una forma u otra, elige tú la forma en que quieres que se soluciona.

Protesta, indígnate, pero no solo ante tu familia o amigos. Hazles saber que lo que hacen te duele.

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